Angel Pestaña

Ángel Pestaña – Lo que aprendí en la vida.

Ángel Pestaña (San Tomás de las Ollas, 1886-Barcelona, 1937) fue secretario general de la CNT (1929), fundador del Partido Sindicalista (1932) y diputado en Cortes Generales por la provincia de Cádiz, Andalucía, (España) en 1937.

Con 15 años empezó a manifestar su interés por la justicia social, lo que le llevó a ser detenido en Sestao, Baracaldo, Gran Bilbao, Vizcaya, País Vasco, (España) por su participación en una conferencia en defensa de la jornada laboral de ocho horas. Desde entonces, su lucha anarcosindicalista no cesó hasta su muerte.

Trabajó en numerosos oficios: biselador, temporero en los viñedos, vendiendo confituras o cosiendo suelas de alpargatas. En Argel, (Argelia) aprendería el oficio de relojero, que le permitiría vivir de forma más holgada y simultanear su trabajo con artículos en diversas publicaciones como «Tierra y Libertad».

Tras su viaje a Rusia, en 1920, para presentar la adhesión de la CNT a la «Internacional Comunista», su informe fue vital para el distanciamiento de la Confederación Nacional del Trabajo, (CNT) con la órbita soviética. Todo ello queda retratado en dos volúmenes: «Setenta Días en Rusia. Lo que yo vi» y «Setenta días en Rusia. Lo que yo pienso». Otros títulos del autor son: «Lo que aprendí en la vida«, Terrorismo en Barcelona«, «Consideraciones y juicios acerca de la III Internacional« o «Por qué se constituyó el Partido Sindicalista«.

Aunque hoy sea una figura injustamente olvidada, Ángel Pestaña (San Tomás de las Ollas, 1886-Barcelona, 1937) fue secretario general de la CNT en repetidas ocasiones, fundador del Partido Sindicalista y Diputado en Cortes Generales por la provincia de Cádiz, Andalucía, (España).

«Setenta días en Rusia. Lo que yo vi», es un texto publicado originalmente en 1924, en el que se narra el viaje emprendido a Moscú, (Rusia) en 1920, para presentar la adhesión de la CNT a la «Internacional Comunista», donde conocería a Lenin, Trotsky o Grigory Zinoviev. Pestaña, no obstante, encarnaba esa raza de desengañados del bolchevismo como el húngaro Arthur Koestler, de igual modo que manifestaba una repulsa a la tiranía leninista que se empareja con la de Rosa Luxemburgo, quien también quiso hermanar humanidad y revolución.

Pese a todo, Pestaña relojero de profesión, produjo una honda impresión en los dirigentes bolcheviques, sobre todo en Lenin, que vieron en él a un obrero inteligente y austero, dotado de un profundo don de observación y de un indomable espíritu crítico.

Este libro muestra la incisiva inteligencia de un hombre hecho a sí mismo que reflexiona sobre lo vivido en el corazón de la Revolución rusa; el análisis del español que se entrevistó con Einstein, Kropotkin, Víctor Serge e incluso con José Antonio Primo de Rivera, y que dedicó su vida -y le costó su muerte- a un inquebrantable sentimiento sindicalista y anarquista.

Ángel Pestaña Nuñez murió el 11 de diciembre de 1937 en Barcelona, Cataluña, (España).

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Ángel Pestaña – Lo que aprendí en la vida.